viernes, 3 de noviembre de 2017

LA IMPORTANCIA DE LO IMPERCEPTIBLE

Imágenes de un grupo de alcatraces a gran distancia desde el cabo de Ajo en las que se intuyen sus impresionantes picados a un banco de peces durante el maratón ornitológico del que disfrutamos el pasado sábado.
Este tipo de observaciones pasan desapercibidas para la mayoría de los mortales y solamente si te unes a un buen grupo de pajareros con muchas horas metidas desde los cabos acabas por descubrir, intuir, a muchas de las especialidades pelágicas que pueblan el mar Cantábrico. Págalos, pardelas, alcatraces, araos, frailecillos, gaviotas... y muchas migrantes terrestres que llegan agotadas a nuestras costas, entre los que destacaban  por número bisbitas y alondras.
A pesar de que muy pocos disfrutamos de este tipo de espectáculos, no es menos cierto que su conservación es cosa de todos. La Naturaleza funciona muy sutilmente, mediante invisibles hilos que unen y relacionan de algún modo a todos sus elementos, incluidos los seres vivos. Todas las piezas tienen su importancia y encajan perfectamente con el resto de engranajes de la maquinaria total. Nuestra capacidad para transformar y manipular nuestro medio nos hace responsables de su deterioro y debemos  tratar de mitigar estos cambios que afectan al conjunto de la Tierra... si es que queremos conservarla como la hemos recibido. Para ello no debemos fijarnos tanto en los grandes e irresponsables gobernantes que nos dirigen, que no son más que un reflejo de la sociedad en la que vivimos, sino en cada uno de nosotros. Deberíamos preocuparnos más en concienciar y educar al conjunto de la sociedad que a la postre, y en teoría, elegirá a los mandamases más adecuados para que todos podamos sobrevivir. Una ímproba misión para una civilización con tantos intereses creados y tan fácilmente manipulable.
En este pequeño extracto del anterior vídeo, y si os fijáis muy bien en el centro de la imagen, podréis adivinar el salto de un delfín común que acompañaba la pesca de los alcatraces. Además de los delfines, algunos afortunados pudimos alucinar con el resoplido de 3 rorcuales comunes, 2 adultos y un pequeño que no tuve oportunidad de fotografiar.
Esta fauna invisible para la mayoría de los mortales (como para mí lo son los tigres siberianos o los osos panda) son un milagro de la vida y la Naturaleza y es nuestro deber conservarlos. Para ello, lo más elemental es cuidar de su hogar, que es el nuestro, y frenar definitivamente el cambio climático que nos amenaza, aportando nuestro granito de arena reduciendo nuestro consumo de recursos y eligiendo gobernantes con prioridades en sus actuaciones que beneficien al conjunto de la sociedad.
¡Y tiene que ser ya!

6 comentarios:

  1. Hola Ernesto.
    Es la primera vez que entro a tu blog y debo decirte que tus fotos son inspiradoras.

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    1. Muchas gracias y bienvenido. Espero que te sigas inspirando por mucho tiempo.
      Saludos

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  2. Completamente de acuerdo contigo. Ojalá tengamos la suficiente cabeza para hacerlo. Hay algo fundamental, la educación, para que esto de un giro necesitamos educación, sobre todo a nuestros niños...si no será muy, muy complicado. Un saludo.

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    1. Confiemos en las nuevas generaciones... pero algo tiene que hacer la nuestra también. Hay conciencia general de que vamos por mal camino pero parece que no es suficiente.
      Un saludo

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