Curruca rabilarga (Sylvia undata)
En la Sierra de la Vida de Laredo tenemos una prospera población de curruca rabilarga. Esta delicada especie gusta de habitar los densos arbustos del espinoso tojo (árgoma) por los que se desenvuelve con sorprendente habilidad. También utiliza otros arbustos del entorno como posaderos o para alimentarse de insectos y ocasionalmente de algunos frutos o semillas
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Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca)
Estamos en los inicios de la migración postnupcial de muchos pajarillos, que por esta zona tienen muy reducidas su opciones de posarse en un árbol en condiciones, árboles que atraen a los visitantes ocasionales de esta zona alta de Laredo.
Cistícola buitrón (Cisticola juncidis)
Residentes en esta zona de prados y árgomas, las familias de buitrones son los más ubicuos y visibles en estas fechas.
Cistícola buitrón (Cisticola juncidis)
Las alambradas pinchudas deben recordarles a los arbustos de esta zona.
Cistícola buitrón (Cisticola juncidis)
Cistícola buitrón (Cisticola juncidis)
Pero donde esté un buen y "peligroso" tojo (árgoma) que se quiten las alambradas.
Mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli)
En otro de los escasos árboles de la zona un mosquitero... parece ser que se trata de un papialbo aunque tampoco se dejó ver demasiado bien y no emitió ninguna nota de su distintivo canto.
Golondrina común (Hirundo rustica)
Llegando a zonas más humanizadas veo los grupos de jóvenes golondrinas que se preparan para realizar su migración al África negra.
Ayer, en la zona de El Sable de Laredo, mientras paseaba con la familia y una pareja de amigos pude ver cómo un alcotán se acercaba en actitud de caza a un grupillo de golondrinas que se amontonaban en unos cables. Avisé a mis acompañantes y todos pudimos contemplar la facilidad con que la rapaz capturaba a una pequeña y desdichada avecilla. Lo disfrutamos todos... menos uno de mis amigos que no se quitaba a la golondrina de la cabeza y que no parecía asumir cómo funciona la Naturaleza. Mirando al suelo vio una lagartija atropellada y comentó: "Ves, esa no me importa." A lo que mi hijo contestó: "Eso no tiene un proposito -señalando a la lagartija atropellada-, la golondrina es alimento."
Una buena lección de vida que mucha gente de ciudad no tiene muy asumida. La manera "cruel y despiadada" con la que la Naturaleza trata a los peor adaptados. Seguro que el alcotán capturó a la más torpe y débil de entre todas sus hermanas y la estirpe de las golondrinas podrá perpetuarse con salud y vigor para sobrevivir a un montón de pruebas que le tiene deparada su vida de ave en La Tierra.
Y que conste que mi amigo es muy majo (si no no sería mi amigo jejeje) pero su visión Disney (con buenos y malos) está muy extendida en nuestra sociedad y dista mucho de la realidad.
¡¡Buen pajareo para todo el mundo!!