TIERRA DE CAMPOS: LUCES Y SOMBRAS

 Milano real (Milvus milvus)

 Hace apenas mes y medio que había visitado la laguna de La Nava en busca de los gansos... pero me apetecía verla con un aspecto algo más primaveral así que el día 17 de este mes de marzo me lancé a la aventura.

Tarabilla común (Saxicola torquatus)

Quizá pareciese un poco pronto, todavía en invierno, pero entre los pajarillos ya se notaba la primavera reventona.

 Jilguero (Carduelis carduelis)

 Triguero (Emberiza calandra)

  Milano real (Milvus milvus)

Muy numerosos los milanos reales manteniendo a raya a los topillos.

 Cernícalo primilla (Falco naumanni)

En esta visita tenía un par de objetivos claros... y uno de ellos eran los cernícalos primillas que en el pueblo de Frechilla se dejan ver a gusto.

  Cernícalo primilla (Falco naumanni)

  Cernícalo primilla (Falco naumanni)

No deben haber llegado hace muchos días pero ya se les nota muy encelados.

  Cernícalo primilla (Falco naumanni)

 Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

Vecinos de los cernícalos, las elegantes cigüeñas.

 Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

También fortaleciendo lazos en la pareja.

 Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

No sé porqué, pero yo las veo cara de enamoradas.

 Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

Nunca había disfrutando tanto viendo las carantoñas entre las cigüeñas. Una pasada cuando llegaba el macho y era recibido por una hembra entusiasmada. 

¡Maravilloso!

 Mochuelo europeo (Athene noctua)

Los mochuelos... como los humanos. Los hay altos, los hay bajos, guapos y feos, los hay de ojos pequeños y los de enormes ojazos.

 Mochuelo europeo (Athene noctua)

Este no se fiaba de mí.

Mochuelo europeo (Athene noctua)

Cambié los búhos campestres de la anterior visita por los simpáticos mochuelos.

¡Muy guapos!

 Avutarda común (Otis tarda)

El segundo objetivo de la visita; Las avutardas.

Avutarda común (Otis tarda)

Y lo que quería era verlas así, hinchadas de amor.

 Avutarda común (Otis tarda)

 Tuve mucha suerte porque las avutardas que estaba viendo hasta ese momento era a distancias siderales, lo que unido al calor del día y la reverberación en la luz que provocaba, hacía que las observaciones fueran penosas. Hasta que, casi sin darme cuenta, apareció este grupillo de 16 avutardas entrenándose para el baile nupcial.

 Avutarda común (Otis tarda)

Estaban bastante cerca, lo suficiente para poder disfrutar de la observación.

 Avutarda común (Otis tarda)
Me gusta bastante el vídeo que ha quedado.

 Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)

Como ya había conseguido mis dos objetivos principales, decidí acercarme a las lagunas de La Nava para ver que se veía por allí.

Una pareja de somormujos lavancos gustándose.

 Jabalí (Sus scrofa)

Sorpresa, para mí y para las cientos de aves que allí se encontraban. Cuatro jabalís irrumpían como elefante en una cacharrería atravesando la laguna.

  Jabalí (Sus scrofa)

  Jabalí (Sus scrofa)

Junto al observatorio de La Colada.

  Jabalí (Sus scrofa)

Impresionante animal... lastima que no harán ningún bien a las posibles puestas que se hayan producido ya entre las aves de la laguna.

Y otro mal: Esta noticia que leí en un bar de la zona.

Para colmo vi que numerosas lindes y cunetas habían sido presa del fuego. Fuego provocado por lo visto para eliminar la "plaga" de topillos. Acababa de ver a mis pies una preciosa comadreja (o armiño, solo le vi la cara asomando de entre la hojarasca y no sé que mustélido domina la zona) y no pude dejar de pensar en lo poco que nos gusta a los humanos utilizar el sentido común. Una explosión demográfica como la de los topillos, que sucede cada 4 ó 5 años y ante la que lo más efectivo siempre han sido los depredadores naturales que se incrementan esos años gracias a la abundancia de alimento, la combatimos con fuego arrasador y veneno asesino que sabemos de antemano no solucionará nada, y únicamente beneficiará los intereses particulares de algunos con el dinero de todos, matando al resto de la fauna de estos ecosistemas que, si los dejásemos actuar naturalmente equilibrarían este exceso de topillos de un año para otro.

Un sinsentido tras otro de los que, para colmo, no aprendemos nada.

Mi más profunda admiración para todos esos ecologistas y conservacionistas que tienen que luchar a diario contra la ceguera, egoísmo  y falta de valores de los que nos gobiernan (y quienes les votan), de los que manejan el futuro de nuestro hogar.

¡¡Sois los mejores!!