Entre Laredo y Colindres podemos ver unas cuantas aves diferentes dando un pequeño paseo. Más de 200 barnaclas carinegras en la playa del Regatón en Laredo.
El cascanueces (Nucifraga caryocatactes) es un córvido que, aunque tiene poblaciones bastante cercanas en el sureste de Francia, es muy sedentario y no realiza movimientos "migratorios" salvo que la escasez de piñones le obligue a ello, y es rarísimo que aparezca en la península Ibérica. Por eso observar un cascanueces y, más aún, lograr fotografiarlo, es una gran noticia para el mundillo ornitológico y bien se merece una entrada en este blog.
Os deseo muy felices fiestas con esta preciosa alca que pescaba esta mañana en el puerto pesquero de Santoña y de la que disfruté en compañía de Álvaro Bustamante y de Quique, un pajarero que ha recalado en las marismas de Santoña en su migración anual entre Barcelona y Asturias, periplo que realiza habitualmente por estas fechas tan señaladas.
¡Buen viaje y buen pajareo para todos los pajareros buenos!
Primero fueron las lluvias las que se hicieron de rogar y ahora parece que también ciertas especies de aves nos mantienen en vilo esperando su llegada. Muy pocos gansos en Cantabria (en las marismas de Santoña no ha parado ninguno), pocos colimbos (para lo que suele ser esto) y poca variedad para el potencial que conocemos de nuestro estuario. Aún así hay motivos para pasar unas jornadas entretenidas con lo ya llegado a nuestros humedales.
Mi primera y única alca de la temporada la he localizado en Laredo.
En las instalaciones deportivas al aire libre que hay en Colindres, junto al paseo de las marismas, se concentran cantidad de aves en plena forma: gaviotas de todo tipo (predominan las sombrías), chorlitejos grandes, correlimos comunes, estorninos pintos, cornejas negras, gorriones molineros, lavanderas blancas...
La especie estrella en estos momentos en las Marismas de Santoña es este eider que lleva una larga temporada entre nosotros y que ha mudado a plumaje de adulto ante nuestros prismáticos.
El día 29 de noviembre me acerqué a Carasa para ver si habían venido los esperados cisnes cantores que nos han visitado estos últimos años... y nada, ni rastro de ellos. Desde lo alto pude ver a 4 simpáticos corzos. También pude comprobar que continuaba por la zona la grulla localizada unos días antes...
Una salida de campo, bajo la lluvia, con mi amigo César, que transcurrió por la comarca de Trasmiera. El título de esta entrada ha sido inspirado por César que siempre demuestra gran entusiasmo cuando de descubrir nuevas aves se trata, y fue la coletilla que repetía a lo largo de toda la mañana.
Ya lo había visto pero andaba detrás de él para retratarlo y mostrarlo en el blog... y ha sido al tercer intento cuando he tenido oportunidad de hacerle alguna foto lejana y con poca luz en Escalante, pero más que suficiente para colgarla en el blog.
Está siendo muy buen año para ciertas especies de paseriformes y, cómo no, también para los picogordos. Así que si vives en alguna zona de pastizales con arbustos o árboles frutales, observa con detenimiento porque es muy posible que puedas descubrir a esta maravillosa especie de pico espectacular. Ese picazo y esa cabezota tienen una potencia descomunal, dicen que incluso capaz de partir un hueso de aceituna.
Este otoño está siendo pródigo en pequeños paseriformes poco habituales otros años. A los numerosísimos lúganos de semanas anteriores sumo esta mañana un pequeño bando de zorzales reales en lo más alto de unos árboles de Escalante.
Uno de los limícolas más singulares de cuantos nos visitan en invierno es el correlimos oscuro que a su escaso número en nuestras costas se une la peculiaridad de que siempre está asociado a zonas rocosas o similares, como pueden ser nuestros puertos y sus bloques de hormigón.
Ayer, paseando con mi hijo Daniel, el pequeño me descubrió esta delicatessen.
Papá, papá, pásame los prismáticos que estoy viendo un bicho pequeño y muy oscuro me dijo Daniel. Efectivamente, estabamos ante un precioso y solitario correlimos oscuro.
Pues eso; que el rey de la marisma ya está aquí. He visto sendos ejemplares en Colindres y en Santoña... y los que vendrán.
Para muchos de nosotros la invernada comienza cuando aparecen los primeros colimbos en el estuario del Asón, probablemente su rincón preferido del Cantábrico.
A partir de aquí veremos con qué sorpresas nos regala la marisma este año.
Hace apenas una semana podíamos disfrutar de un tiempo más veraniego y seco de lo habitual que invitaba a pasear y disfrutar de la Naturaleza. Se agradece la lluvia que empapa nuestros secos campos en estos momentos aunque nos impida pajarear con comodidad pero este puede ser un buen momento para recordar con algo de nostalgia esos luminosos días tan cercanos.
Ayer (06/11/17) desde el observatorio de la Arenilla, en Santoña, en compañía de mi amigo Txusma disfruté por unos minutos de las evoluciones del siempre espectacular págalo parásito. Los págalos son como una especie de rapaces marinas que cuando se encuentran en sus zonas de cría en la norteña y fría tundra son cazadores de pequeños mamíferos como los legendarios lemings, o de pequeñas aves, pollos y huevos. Sin embargo, cuando aparecen por nuestras latitudes, durante sus pasos migratorios, su comportamiento muta y se transforman en auténticos piratas aéreos que prefieren robar pequeños peces a gaviotas y charranes a capturarlos ellos mismos. Esto, para cualquier observador que tenga la suerte de dar con alguno de ellos, siempre es motivo de regocijo ya que al hecho de observar un ave pelágica, rara en zonas costeras, se une el espectáculo de su cleptoparasitismoen acción, para desgracia de sus vecinos alados que no podrán descansar tranquilos mientras su incomodo vecino no decida volver a aguas más profundas.
Imágenes de un grupo de alcatraces a gran distancia desde el cabo de Ajo en las que se intuyen sus impresionantes picados a un banco de peces durante el maratón ornitológico del que disfrutamos el pasado sábado.
Este tipo de observaciones pasan desapercibidas para la mayoría de los mortales y solamente si te unes a un buen grupo de pajareros con muchas horas metidas desde los cabos acabas por descubrir, intuir, a muchas de las especialidades pelágicas que pueblan el mar Cantábrico. Págalos, pardelas, alcatraces, araos, frailecillos, gaviotas... y muchas migrantes terrestres que llegan agotadas a nuestras costas, entre los que destacaban por número bisbitas y alondras.
A pesar de que muy pocos disfrutamos de este tipo de espectáculos, no es menos cierto que su conservación es cosa de todos. La Naturaleza funciona muy sutilmente, mediante invisibles hilos que unen y relacionan de algún modo a todos sus elementos, incluidos los seres vivos. Todas las piezas tienen su importancia y encajan perfectamente con el resto de engranajes de la maquinaria total. Nuestra capacidad para transformar y manipular nuestro medio nos hace responsables de su deterioro y debemos tratar de mitigar estos cambios que afectan al conjunto de la Tierra... si es que queremos conservarla como la hemos recibido. Para ello no debemos fijarnos tanto en los grandes e irresponsables gobernantes que nos dirigen, que no son más que un reflejo de la sociedad en la que vivimos, sino en cada uno de nosotros. Deberíamos preocuparnos más en concienciar y educar al conjunto de la sociedad que a la postre, y en teoría, elegirá a los mandamases más adecuados para que todos podamos sobrevivir. Una ímproba misión para una civilización con tantos intereses creados y tan fácilmente manipulable.
Este fin de semana pasado se ha celebrado en el municipio de Noja la primera feria internacional de ecoturismo, Econoja, con una gran variedad de actividades, charlas, talleres y un buen número de stans de empresas relacionadas con el turismo de naturaleza amén de un fastuoso concurso de fotografía. Yo estuve recibiendo visitas en el observatorio elevado de Victoria por mediación de Aves Cantábricas.
El pasado domingo (15/10/17) nos embarcamos desde Santoña en la salida organizada por Alejandro G.Herrera para observar aves pelágicas, con la siempre estimulante posibilidad de que algún mamífero marino se dejase ver cerca de nuestro barco.
Unas fotos de este mes de octubre, antes de que prepare para mañana el material que pude sacar en la salida pelágica desde Santoña de la que disfrutamos el pasado domingo un grupo de intrépidos pajareros.
El pasado viernes me acerqué a la zona de Carasa donde se estaba viendo el elanio común... y no lo vi, pero a cambio apareció un pequeño bando de 5 palomas zuritas, una especie muy difícil de localizar en nuestro terruño y que además se muestra muy tímida y desconfiada.
Un paseo por el urbano parque de las Llamas en Santander, ha tenido como recompensa el descubrimiento de un confiado bando de lúganos entre los alisos, como es costumbre en esta especie.
Antes de marchar a ver la berrea de los ciervos cantábricos y finalizando el mes de septiembre, hice una visita a la marisma de Colindres donde coincidí por un rato con Jesús Menéndez y José Ángel.
Finalizó la 11 edición del "Festival de la Migración de las Aves" en Santoña y parece que todos hemos concluido que ha sido un nuevo éxito de participación y ambiente en las diferentes actividades programadas.
Estamos a punto de llegar al fin de semana en que sucede un acontecimiento con solera para los aficionados a la ornitología, y que se celebra desde hace 10 años en Santoña. El "Festival de la Migración de las Aves" es ya un clásico entre nosotros, organizado por la empresa "Aves Cantábricas" y que incluye multitud de actividades para todo tipo de público interesado en conocer algo sobre el mundo de las aves.
El pasado miércoles recibí la visita desde Llanes de Ico, un amigo conocido a través de las redes y con el que por fin coincidí en un mano a mano fotográfico-pajarero.
Para ello quedamos en Colindres donde pronto nos recibió un águila pescadora con ganas de comer. No tuvimos suerte y no se produjo el lance de pesca ante nuestros ojos.
En este tu fiel blog de pajaritos no nos olvidamos de los más humildes y olvidados, no todo van a ser cejudos y perdiceras. Bueno, no tan humildes ya que tiempo ha la declamaron ilustres e inolvidables poetas.
Aunque parezca mentira, la elaboración "del mi libro" que diría Ángel, me ha apartado bastante de mi habitual pajareo aunque, creo y espero, que haya merecido la pena. Ahora sólo quiero recuperar el gusto por la observación relajada, poco a poco, sin prisa. Hoy, una vuelta por mis rincones habituales de las Marismas de Santoña me ha hecho tropezar con una joya de nuestra avifauna; un carricerín cejudo en Gama. El pequeño pájaro más escaso de Europa de nuevo junto a mi casa.
Visitemos el pequeño carrizal de Colindres, tiene que estar interesante en estas fechas (31/08/17). Efectivamente, lo primero que me llama la atención son varios y preciosos pechiazules.
Suele suceder que cuando sales a buscar un ave en concreto, no la encuentres, pero a cambio aparezca alguna otra que te resulte tanto o más interesante que la deseada en principio.
Le ha gustado a nuestro elanio este paisaje vasto y abierto de Carasa que, de algún modo, le recordará al típico hábitat africano del que provienen sus ancestros aunque quizás ligeramente más húmedo (para nuestra desgracia sólo muy ligeramente más húmedo).
Se están viendo estos días varios elanios comunes en Cantabria; 2 en la Marisma del Conde y otro en Carasa. Ante una oportunidad como esta para disfrutar de un ave tan bella y rara muy cerca de mi casa hice un intento el pasado sábado junto a César Palacio que también le tenía ganas al bicho.
Tenía que ir a Santander para hacer unas compras con mi hijo Daniel (que ayer cumplió 11 añazos) y tuve la obligación moral de pasarme por las últimamente hiperactivas Marismas del Conde.
Esta sofocante mañana de agosto me he dado un paseo por el puerto de Laredo... y se veía una gran caída de collalba gris en plena migración postnupcial.
El pasado viernes me apunté con mis hijos, Daniel y Silvia, a una actividad diferente pero muy relacionada con la naturaleza voladora. Nos citaron a 30 curiosos en el arboreto de Liendo, cuando la tarde languidecía... y para comenzar la jornada pudimos observar allí mismo a un confiado camachuelo común.
Una entrada muy aérea, sin poner los pies en el suelo y sobrevolando Laredo. Los vencejos vuelan en ruidosos grupos familiares alimentándose del plancton aéreo y cebando al vuelo a sus jóvenes recién salidos del nido.
Los jóvenes volantones de una especie tan emblemática para la campiña cantábrica como los alcaudones dorsirrojos, revolotean ya fuera del nido aunque aún reciben continuas cebas de sus progenitores.
Os muestro unas fotos con algún ave del parque de Las Llamas de Santander... pero en realidad quería hablaros de otros pájaros de los que no he obtenido imágenes pero cuyo comportamiento estos días ha sido bastante llamativo.