EVOLUCIÓN A TIEMPO REAL

Charrán patinegro (Sterna sandvicensis)

Las familias de charranes patinegros se dejan ver y sobre todo oír en el puerto de Laredo.

 Charrán patinegro (Sterna sandvicensis)

En el mismo puerto los adultos pescan pececillos en vertiginosos picados. El de la fotografía ha ensartado literalmente a su presa.

 Charrán patinegro (Sterna sandvicensis)

Los adultos pescan en silencio... hasta que consiguen una pieza y avisan con su sonora llamada que inmediatamente es respondida por su jovencito retoño que pide su ceba con insistencia.

 Charrán patinegro (Sterna sandvicensis)

En ocasiones los jóvenes vuelan al encuentro de sus progenitores...

 Charrán patinegro (Sterna sandvicensis)

Y otras veces esperan a que lleguen a su posición, en un lugar tranquilo.

 Gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

Los calores que estamos viviendo estos días resultan bastante inusuales y no presagian nada bueno. Hemos tenido uno de los pasos de limícolas más pobres que yo recuerde... También las espátulas se han retrasado muchísimo y apenas se han registrado grandes bandos a mediados de septiembre, cuando habitualmente pasan por Santoña. Ayer mismo pasaron un centenar por el parque natural, a punto de pasar página en el calendario. También se han observado el pasado sábado 4 pagazas piquirrojas en Plaiaundi, en unas fechas claramente tardías para esta especie por el Cantábrico.

 Martín pescador (Alcedo atthis)

Y es que quizás estemos presenciando un cambio en la fenología de muchas especies a tiempo real. Veremos en unos años si estos cambios en las fechas y hábitos migratorios que se intuyen se confirman o se trata simplemente de una contingencia debida a un año anormalmente cálido sin más trascendencia. 

De todos modos algunos datos nos dan a entender que estos cambios están sucediendo de un año para otro. En las charlas que tuvimos el placer de escuchar en el pasado Festival de la Migración, en Santoña, entre otros muchos datos que nos transmitieron los expertos destacaba la evidencia de que los inviernos en el Ártico son cada vez más suaves (aún así, sigue haciendo frío allí) y en Islandia, por ejemplo, cada temporada se incrementa el número de ostreros residentes, esto es, aves que no migran y "deciden" que quedarse es más conveniente para sobrevivir que aventurarse en la siempre costosa y peligrosa migración. Esto, evidentemente, le puede suceder a otras muchas especies cuyas poblaciones "decidirán" con el tiempo si compensa migrar o criar en determinados lugares.

No tardaremos demasiado en darnos cuenta de estos cambios a los que las especies más delicadas quizás no puedan adaptarse.

Seguiremos informando.

¡¡Buen pajareo para todos!!