Zarapito trinador-Aguja colipinta-Correlimos gordo
Fin de semana marcado cada año en el calendario para disfrutar del Festival de la Migración de las Aves que desde hace 3 lustros lleva celebrando en Santoña la empresa Aves Cantábrica de Alejandro G.Herrera y Juan Navedo a la cabeza.
Yo participo desde uno de los puntos de observación, en concreto desde la Arenilla.
El sábado a primera hora un buen bando de limícolas descansaba frente al observatorio, entre ellos un nutrido grupo de correlimos gordos... muy gordos. Ellos y yo, a solas. Poco a poco fue acercándose gente curiosa y muchos amigos.
Alcatraz atlántico (Morus bassanus)
La mar debía estar revuelta porque por la marisma se movían varios alcatraces, aves pelágicas que apenas se acercan a la costa y que incluso hicieron algún picado en las someras aguas del estuario.
Charrán patinegro (Sterna sandvicensis)
Otros grandes pescadores son los charranes que en Santoña se encuentran en su ambiente.
Archibebe claro (Tringa nebularia)
La marea comienza a bajar y deja al descubierto los limos lo que aprovechan muchas aves para alimentarse.
Martín pescador (Alcedo atthis)
El colorido martín se dejaba ver de vez en cuando.
Zarapito trinador (Numenius phaeopus)
Lo que para descansar suele ser comunitario se transforma a la hora de cazar en soledad.
Garceta común (Egretta garzetta)
Pueden llegar incluso los conflictos por un buen territorio de pesca.
Garceta común (Egretta garzetta)
Estas dos garcetas se estuvieron midiendo un buen tiempo y finalmente la más enclenque fue expulsada.
Garceta común (Egretta garzetta)
Efectivamente, un buen coto de pesca.
Gaviota sombría (Larus fuscus)
También se podía practicar la caza menor. Esta sombría dio buena cuenta de un par de cangrejos en un instante.
Eider común (Somateria mollissima)
Otro amante del marisco es nuestro venerado eíder que está mudando de su plumaje en eclipse al precioso nupcial para recibir a todos los pajareros que lo disfrutarán en invierno.
Espátula común (Platalea leucorodia)
Pequeños bandos de espátulas van pasando por Santoña.
Espátula común (Platalea leucorodia)
Las inmaduras con las puntas de sus alas negras.
Espátula común (Platalea leucorodia)
Y las adultas completamente níveas.
Espátula común (Platalea leucorodia)
Alimentarse es muy importante durante las migraciones.
Águila pescadora (Pandion haliaetus)
Una pescadora nos regaló unos bellos lances de pesca.
Águila pescadora (Pandion haliaetus)
Posada muy lejos se le podía apreciar una anilla en el tarso derecho que parecía amarilla (o naranja).
Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)
Un aguilucho patrullaba en busca de alguna presa propicia, enferma o débil. En ese mismo momento un joven halcón peregrino hizo un vertiginoso picado que levantó a toda la limicolada que se encontraba por la zona.
Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)
Y ante tal revuelo, el más listo se llevó el premio. El pobre chorlitejo grande huyendo del halcón no debió ver al habilidoso aguilucho lagunero que se lo merendó frente al observatorio.
Págalo rabero (Stercorarius longicaudus)
La estrella del fin de semana desde mi puesto de observación fue este págalo rabero que apareció dejándose llevar por la corriente.
Págalo rabero (Stercorarius longicaudus)
Es el primer rabero que aparece en este blog.
Págalo rabero (Stercorarius longicaudus)
Realizó un pequeño vuelo que le llevó a la zona de rocas que hay junto al observatorio.
Págalo rabero (Stercorarius longicaudus)
Y allí se acomodó, como esperando su final.
Muchos pajareros se acercaron a observar una especie tan inusual en el estuario. Pero todo apuntaba a que la pobre ave estaba enferma, quizá con gripe aviar, y se procedió a llamar a la guardería que se hizo cargo de ella.
Por lo demás, las jornadas fueron todo un éxito. Muchos amigos y muchos aficionados al loco mundo de las aves. Mucha pasión y mucho entusiasmo en todos ellos.
Y para mí la satisfacción de poder compartir mi afición con mentes curiosas y familias maravillosas.
Un placer, como siempre.
¡¡Buen pajareo para todos!!