Picamaderos negro (Dryocopus martius) Macho
Paseando con Txusma por un famoso robledal de Cantabria, nos llamó la atención un reclamo conocido y una sombra oscura que atravesaba el bosque.
Un macho de Pito negro (Dryocopus martius) nos observaba parapetado tras el tronco de un viejo árbol.
Picamaderos negro (Dryocopus martius) Hembra
La hembra, bastante más tímida, reclamaba por los alrededores.
Picamaderos negro (Dryocopus martius)
Sorprendentemente, el macho, no abandonaba su posición y esto nos llamó la atención.
Decidimos rodear el árbol, manteniendo una prudencial distancia de seguridad, para tratar de averiguar el motivo de su quietud.
Mientras bordeábamos la zona, el pícido continuaba en el mismo árbol y a la misma altura, aunque ahora se asomaba por el lado derecho. Estábamos a punto de resolver el enigma...
Nos encontrábamos ante una escena de documental, con la que alguna vez habíamos fantaseado... pero nunca pensamos que llegaríamos a observarla en "vivo"; el macho estaba dando los últimos retoques a su nido y, nuestra presencia, no parecía molestarle demasiado.
Diré que le sacamos las fotos pertinentes, sin acercarnos más de lo debido, y como llegamos nos fuimos, con la pareja en su territorio, más pendientes, el uno del otro, que de nosotros.
Picamaderos negro (Dryocopus martius)
En el vídeo le podéis ver trabajando la entrada y emitiendo uno de sus típicos reclamos.
En otras ocasiones se introducía por completo, arreglando el fondo de su nido, y sacando cada cierto tiempo montoncitos de madera astillada.
En este vídeo, además de trabajar y "cantar", le dedica unos segundos a su higiene personal.
Llegó la hembra y su pareja abandonó el trabajo por unos minutos.
Ella se limitó a echar un vistazo pero no se introdujo en el agujero en ningún momento.
El macho retomó de inmediato su actividad carpintera, ya casi, de ebanistería.
La "membrana nictitante" que puede apreciarse en la fotografía, es posible que le proteja los ojos, cuando se encuentra en pleno proceso de horadación, de las astillas que saltan en cada uno de los impactos de su poderoso pico contra la madera.
Picamaderos negro (Dryocopus martius)
Mientras abandonábamos el lugar, tuve tiempo de grabarle un último vídeo.
El Picamaderos negro, antes llamado pito negro, vive en bosques maduros de norte peninsular.
El nido lo barrenan los dos miembros de la pareja, donde la hembra pondrá 4-6 huevos blancos. Eclosionan a los 12-14 días y los pollos permanecerán de 24-28 días antes de realizar sus primeros vuelos en tan bello enclave.
El nido lo barrenan los dos miembros de la pareja, donde la hembra pondrá 4-6 huevos blancos. Eclosionan a los 12-14 días y los pollos permanecerán de 24-28 días antes de realizar sus primeros vuelos en tan bello enclave.
Se alimentan sobretodo de insectos y es posible verlos en el suelo devorando hormigas, una "delicatessen" para los pícidos.
Picamaderos negro (Dryocopus martius)
Después del espectáculo contemplado -además de forma tan inesperada- sabíamos que, a partir de ese momento, formaría parte de nuestros recuerdos inolvidables, de los que uno echa mano cuando trata de transmitir la belleza, oculta pero presente, de nuestros totémicos bosques cantábricos.
Ya os contaré, Daniel y Silvia, cuando llegue el momento
¡¡ya os contaré!!
¡¡ya os contaré!!
Ennhorabuena Ernesto, simplemente espectacular. Tiene que ser sobrecogedor observarlos así permitiendote hacer además un montón de buenas fotos. Le tengo ganas de ver así, el año pasado lo pude ver y escuchar en Bertiz pero no como me hubiese gustado. Sabiendo donde está el nido seguro que vuelves a completar el reportaje.
ResponderEliminarMi más sinceras felicitaciones.
Excelente reportaje Ernesto. En ese "famoso" robledal (me imagino cual es) en 2001 estuvimos Máximo y yo haciendo un estudio de la especie y la verdad que una de las parejas nos dejó hacer un seguimiento muy bueno del comportamiento reproductivo. Resultan muy confiados ahora con el celo y construcción del nido, luego cuando están incubando o ya tienen pollos se vuelven mucho más silenciosos. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Josean. A ver si tienes suerte. Ya sabes, cuando menos lo esperas "salta la liebre".
ResponderEliminarLo de volver al nido (suelen tener varios y sólo utilizan uno), de hacerlo, lo haríamos en un par de meses, cuando los supuestos pollos estuviesen grandes, y con muchísimo cuidado.
Ahora recibiré todo tipo de mensajes diciendome que no lo haga, que pondré en peligro una especie en peligro... pero me considero lo suficientemente cuidadoso para que esto no ocurra.
De todos modos admito reprimendas a mi comportamiento.
Saludos
PD: Esas fotos imaginadas por las que me estoy justificando, es practicamente seguro que nunca existan. Los que me conocéis un poco sabéis que lo que aparece en el blog es lo que se me cruza por el camino y pocas veces, por no decir nunca, preparo hides, posaderos, comederos o similares.
Aupa Alejandro, gracias por tus palabras y por el dato sobre su sorprendente descaro en estas fechas.
ResponderEliminarSaludos
Qué maravilla, Ernesto! Si descubrir el nido de un mirlo ya causa emoción, no me quiero imaginar el de esta especie! Muy guapos los videos y fotos! Yo creo que visitar de vez en cuando un nido no hace daño a nadie, lo importante es no dar detalles de su localización.
ResponderEliminarSalu2
Gracias Alberto, el nidito de amor de los picomaderos quedará en el absoluto anonimato je,je.
ResponderEliminarSaludos
Impresionantes las fotos, Ernesto. !Qué envidia! Como siempre con tu blog el hilo narrativo también estupendo.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Dave y Sammy
¡¡Gracias amigos!!
ResponderEliminarJueeeeeeeeeee eso si que es triunfar, Enhorabuena por poder disfrutar de este maravilloso pico
ResponderEliminarsaludddddddddddd
Gracias Tomás!
ResponderEliminarSaludos
Aupa Ernesto, acabo de llegar a casa de uns visita fugaz al pirineo para ver el pito negro, la visión ha sido rápida un vuelo, 20 segundos en un árbol y otro vuelo. He vuelto contento con esa fugaz visión, por lo que me imagino como estaras tu tras ese momentazo. Me alegro mucho y a disfrutar.
ResponderEliminarSaludos Juankar.
Gracias Juankar! Esos momentos fugaces también valen mucho.
ResponderEliminarSaludos
Impresionante entrada, que bicho. Es una especie nada fácil de observar y mucho menos de fotografiar. Es una de mis bestias negra. Espero que los disfrutéis mucho y espero ver mas entradas sobre la especie en el blog. Fantásticas fotografías.
ResponderEliminarSaludos
Juan
Gracias Juan. Me extraña que tengas bestias negras je,je.
ResponderEliminarSaludos