Salida del pasado 11 de enero en la que compartí junto a mi hijo Daniel, observaciones y vivencias con los amigos del "Club de Jóvenes Pajareros de Burgos" que cada año son más numerosos y más animosos, siempre excelentemente guiados por el carismático Pinto.
Foto de familia en Santoña.
El "club" es una iniciativa preciosa y muy práctica para educar a los chavales en temas tan importantes como la convivencia o el amor a la Naturaleza.
Como contrapunto de esta buena manera de ocupar el ocio de nuestros jóvenes os contaré, al final de esta entrada, una conversación que escuché ayer mismo, mientras disfrutaba de un café.
Cisne cantor (Cygnus cygnus)
Antes os presento alguna de las fotos que hizo Daniel en la entretenida jornada con los amigos burgaleses.
Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)
Martín pescador (Alcedo atthis)
Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis)
Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis)
Alcaraván común (Burhinus oedicnemus)
Colimbo grande (Gavia immer)
Y toca el momento de contaros algo de la conversación que os comenté más arriba, entre dos cazadores que no dieron importancia a que yo estuviese tomando el café a escaso medio metro de ellos.
Eran cazadores de becada (sorda), y el mayor aleccionaba al más joven (que se tenía la lección bien aprendida) sobre cuando aparecían las cada vez más escasas becadas en nuestros montes. "Cuando por aquí (Escalante) se ven las avefrías... carga los cartuchos que la sorda está en el monte."
El joven confesó: "El otro día arriesgamos porque salimos con nieve". El veterano no desaprueba esta conducta ilegal, más bien al contrario la jalea: "Es lo que hay que hacer aunque si te pillan los del Seprona te cae una buena."
De nuevo el mayor toma la palabra: "La sociedad de caza de becada de Navarra, anilla a las sordas y ya saben donde invernan; En Argelia y Marruecos. Organizan viajes y van allí a cazarlas con perchas de 50 y hasta 80 becadas. Sólo van a eso pero merece la pena."
Luego se quejan de que no hay aves en nuestros montes cuando su única intención es masacrarlas, cuantas más mejor, como sea y donde sea... y si no se pone remedio pronto acabarán con todas. Estoy seguro que estos cazadores puestos a debatir sobre estos problemas en público, nunca confesarían estas tropelías y se calificarían (siempre lo hacen) como los máximos defensores de nuestra Naturaleza.
Finalizo con una nota de optimismo, ya que el final de su conversación fue bastante esperanzador para mí. Hablaban de la falta de nuevas vocaciones entre los jóvenes, del rechazo del hijo del mayor a seguir con la tradición, o de la falta de aficionados de su edad en el más joven.
Alucinen ustedes con la explicación que dieron para explicar porqué la actividad cinegética envejece y (esperemos) puede acabar desapareciendo:
"Esto sucede por cómo les educan en el colegio, en el respeto a los animales y sensiblerías de este tipo, que no se puede ni tirar una piedra a los pájaros, ni dejar un perro cuando no te sirve."
Y ciertamente es así, pero no "por culpa" sino más bien "gracias a" tener unos niños más sensibles y educados que lo de matar otros seres vivos vaya perdiendo vigencia entre las nuevas generaciones.
Como estos jóvenes pajareros de Burgos que podrían dar un par de lecciones a la España anacrónica que escuché tomando un café.
¡¡Viva la educación!!
¡VIVA!!!
ResponderEliminarJe,je,je.
EliminarAúpa Ernesto!! Me he de enterar de lo de las becadas............de lo de los escopeteros no podemos esperar otra cosa.
ResponderEliminarUn saludo
Aúpa Mikel!! Pues eso que cuento es lo que decían con envidia de los navarros. Algo habrá seguro...
EliminarSaludos
Magnífica entrada Ernesto. De las mejores que has hecho en tu estupendo blog.
ResponderEliminarGracias Javi!! De vez en cuando me gusta salirme de las meras observaciones... y saber más del género humano, muchas veces para mi desesperación.
EliminarSaludos
Muy bien expuesto. Y pocos comentarios quedan por hacer sobre los cazadores, si sus propias palabras lo dicen todo claro, clarito.Y que no me vengan con la milonga de que si son algunos cazadores, que si tal o cual, yo, por lo menos, no he oído otro tipo de comentarios que esos a muchos, pero muchos, cazadores.
ResponderEliminarGracias Dani!! Es difícil tratar de mantener siempre una imagen que no se corresponde con la realidad. Al final les traiciona el subconsciente.
EliminarSaludos
Sí señor, el papel de la educación es clave, bravo por esta magnífica entrada.
ResponderEliminarYo soy uno de esos maestros de Primaria que enseña a los niños a conocer y apreciar la maravillosa biodiversidad que tienen al lado.
Si contara yo las burradas que he llegado a oír sobre especies muy delicadas y protegidísimas, con muertes de por medio... luego que no digan que son una minoría los irresponsables y cafres.
Para mí, vuestra profesión es la más importante de todas las que podamos imaginar. Si hacéis bien vuestro trabajo (o si os dejan) en el futuro nuestros jóvenes serán médicos, ingenieros, fontaneros o incluso políticos, educados y sensibles, lejos de la picaresca actual en la que parece que sólo tiene valor poseer y consumir sin miramientos, y robar si tengo la más mínima posibilidad de que no me pillen.
EliminarMucha responsabilidad para nuestros maestros... pero confío mucho en vosotros.
Saludos y ánimos!!!
Gracias Ernesto por las flores al CJP.
ResponderEliminarEn esta entrada das razón del eterno problema, el de la EDUCACIÓN, así, con mayúscula. Creo que desde que empecé a ver bichos me he dedicado a contar al resto del mundo lo importantes que son y qué tener una sana y cortes relación (de igual a igual) con la Naturaleza (con N mayúscula, de concepto superior) es símbolo de cultura. Vista la conversación que narras y los comentarios de Carlos Rossi (que me imagino) es de cuestionarse bastantes cosas. Una de ellas, qué ha logrado la Educación Ambiental (EA) en este país y en que se ha centrado. Me temo que poco. Una prueba es que con la crisis la EA se ha hundido literalmente en las administraciones, la otra es la poca evolución en sus programas desde hace años. Con un colega del gremio a veces hablo del fracaso de 25 años de EA. Tampoco quiero parecer pesimista, que en relación a los años 70 hemos mejorado ( al menos en marcos legales y posibilidades), pero no nos engañemos: queda muchísimo por hacer.
Desde la EA el tema de explicar la Naturaleza se dejó de lado, diciendo que es algo más que "ver pajaritos". Y se derivó todo a terrenos que no digo que no sean importantes, pero que de cara a la acción directa poco parece que ayuden (vistos los resultados). Creo que hay que volver a los orígenes y recuperar la EA naturalista "de toda la vida" y los experimentos (que están bien) mejor con gaseosa. Hay que ser realistas: no todo el mundo va a ser observador de aves o botánico. Pero creo que se puede y debe lograr que el resto de la sociedad entienda que esas personas existimos, no estamos como cabras, no somos fikis y no somos un objeto del turismo (ahora parece que con esto del turismo ornitológico , los pajareros vamos a solucionar la economía de medio país).
En fin, que nos queda mucho curro en esta materia y bueno, el modelos del Club de Jóvenes Pajareros me parece práctico porque implica a padres y busca hacer natural el ver pájaros, disfrutar con ello y plantearse ayudar a la Naturaleza desde la propia dimensión personal. Si hubiera un CJP por provincia, al menos los polluelos que empiezan a pajarear ( valga la comparación), ganaran en tiempo y podrán estar mejor preparados que lo estuvimos nosotros, y esa es la esperanza que queda, que mejoren lo presente.
Perdonad la chapa; uno con esto se pone así.
Un saludo
Pinto
Expláyate tranquilamente Pinto je,je,je. Te voy a tener que dedicar un apartado en el blog para tus disertaciones... siempre muy interesantes.
EliminarSaludos
MUY BUENA... ADEMAS DE OBSERVAR HAY QUE CONSERVAR (EDUCAR O LO QUE SEA...).
ResponderEliminarque tontos son, a mas que matas menos que tendras, Cortoplacistas que no piensan ni en el juvenil y su futuro cinegetico!!
Saludos camperos!
Saludos camperos!!
EliminarUf, conversaciones de este tipo me dan escalofríos, la verdad. Me deprimen. ¡Menuda panda de impresentables son los cazadores! No hay ley que respeten, ni la distancia mínima de los caminos públicos, ni las horas de cazar ni nada. Y como se muestra en la conversación que citas, tan seguro se sientan en su ignorancia que no hay manera de hablar con ellos o conectar con la más mínima fibra de sensibilidad o inteligencia. Y son muchos, no nos engañemos, pero esperemos que el otro ejemplo que das vaya ganado con el tiempo.
ResponderEliminarPinta bien Daniel como fotógrafo.
Abrazos verato y aberdoniano
.
Yo, aunque parezca sorprendente, tengo confianza en la especie humana. Son muy minoritarios los que disfrutan haciendo el mal. La mayoría simplemente ven sus actitudes como normales por lo que con un poco de información y cambiando ciertos tópicos de nuestra sociedad tan tendente a antropizar toda la Naturaleza que está a su alcance, haríamos de ellos unos hombres de "provecho" je,je,je.
EliminarDaniel es un máquina!!
Abrazos