miércoles, 29 de mayo de 2019

OBSERVAR AVES PARA SALVAR EL MUNDO (1)

Como creo que se me da mejor comunicar en la corta distancia, de tú a tú, y en la larga distancia, con medios como este blog, voy a explicar aquí lo que quise transmitir en la charla del otro día en Colindres, y es que no me adapto a las medias distancias como puede ser una disertación en una sala y siempre me quedo con la sensación de no haber llegado lo suficientemente bien a los presentes. 
Un nuevo intento... Allá voy. 

OBSERVAR AVES PARA SALVAR EL MUNDO

Un título grandilocuente, casi sensacionalista, pero quizás al final de esta lectura estés al menos un poco de acuerdo conmigo. 


La observación de aves es una actividad muy sencilla de realizar y apta para todos los públicos. Bastarán unos prismáticos, una buena guía de las aves de la zona que visites y mucha curiosidad. Como un niño con ansias de conocerlo todo. 

Las aves a cambio tienen mucho que ofrecernos. 
Son fascinantes... descendientes directas de una estirpe de dinosaurios, terópodos a los que les aparecieron en un principio sencillas plumas ornamentales en cabeza y cuello, luego se cubrieron con ellas consiguiendo controlar su temperatura corporal, finalizando su evolución con las plumas propias de vuelo que las convirtieron en aves definitivamente.

Son bellas... Y no hace falta irse a selvas tropicales para comprobarlo. En nuestros parques y jardines tenemos tremendas bellezas, como el contenido reyezuelo, 5 gramos de rebosante hermosura. 

Cantan. Nos deleitan con maravillosos conciertos al aire libre. Sentimos el mundo de modo muy parecido a ellas, con la vista y el oído sobre todo, así que estamos preparados para disfrutar de sus exhibiciones visuales y sonoras como un ave más.

Vuelan... La envidia de media humanidad que siempre ha soñado con volar. Ellas han hecho un arte de esta cualidad que las ha ayudado a dominar hábitats y nichos sin competencia del resto de vertebrados. Son cúspides de la evolución en su terreno. 

Han inspirado a todo tipo de artistas. En el Museo del Prado hay más de 700 cuadros que representan algún tipo de ave. En el tríptico de El Bosco "El jardín de las delicias" más de mil pájaros...

Muchas de estas aves son especies inventadas por el autor pero otras son perfectamente reconocibles: jilguero, petirrojo, pito real, cárabo, espátula, martín pescador...

El martín pescador, un ave a la que Neruda (insigne poeta y ornitólogo) dedicó un poema, y que no conforme con ello inspiró a otro colectivo bien diferente.

 Inspiró a ingenieros y científicos japoneses que se fijaron en la forma de la cabeza y pico de nuestro precioso martín, que no salpica agua cuando se zambulle para pescar, y cuyo diseño llevaron al morro de su tren bala para evitar el ruido que se provocaba a la salida de los túneles.

Vivimos de espaldas a la Naturaleza y es muy importante que no perdamos el contacto con ella. Sobre todo debemos mostrársela a nuestros pequeños para que no se pierdan las lecciones que a diario nos dan, como un aula abierta, gratuita y para todos de la que podemos aprender a conocernos mejor.


Nos dan lecciones de economía no malgastando energía inútilmente y dedicándole el tiempo necesario a alimentarse, descansar y acicalarse el plumaje que tan importante les resulta en su día a día.

Únicamente hacen un gasto de energía mayor al habitual en aras de un fin superior; la supervivencia de la especie.
Durante la época de crianza las aves son capaces de sacrificar su propia vida protegiendo y alimentando a su prole. No es acaso algo muy parecido a lo que sentimos por lo general los humanos por nuestros hijos. Y son este tipo de observaciones las que te hacen ser consciente de que no somos más (ni menos) que unos representantes algo peculiares y dañinos de este milagro que es la vida.
 Una única y maravillosa red de vida que compartimos todos los seres vivos de la Tierra.

 Cuando estoy en el campo observando aves, existen determinados momentos en los que me siento completamente integrado con un escenario concreto, como un personaje más de ese teatro diario que se representa cada día en nuestros campos, y son ocasiones muy especiales. No te aburres en absoluto (imposible con un guion tan imprevisible), no te sientes nunca solo (eres un protagonista más) y alcanzas un estado especial que yo denominaría de felicidad.
 En definitiva:
Observando aves puedes SALVAR TU MUNDO INTERIOR.

Como colofón añado un fragmento de la obra "Walden" de Henry David Thoreau:

"Fui a los bosques porque deseaba vivir deliberadamente, enfrentar solo los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida... para no darme cuenta, en el momento de morir, de que no había vivido."

Pd: Próximamente la segunda y tercera parte de "Observar aves para salvar el mundo".


4 comentarios:

  1. En la charla dijiste lo mismo, pero volando con la emoción del momento.....estuvisteis todos muy bien...gracias por el aporte de tus observaciones y pensamientos y esas fotos (para mi las fotos son un instante de total satisfacción) que nos pones en tu bloog, de esos momentos que tu vives y nos regalas.....Gracias...
    post data...has descubierto de donde han venido los patos, yo no tengo ni idea..
    un abrazo
    gabirel

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    1. Gracias, Gabirel! En cuanto a los patos es difícil saber su origen... De todos modos se va a incluir en el anuario de aves de Cantabria y será la primera observación. Si no te importa mándame un correo con los datos: quienes, cuándo y dónde los visteis y los detalles que te parezcan interesantes. Un abrazo

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  2. Preciosa reflexión...pena de no estar más cerca para poder ir. Un saludo y seguro que les encantó.

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    1. Gracias, Pepe. Tú sí sabes lo que es vivir, como Thoreau.

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