jueves, 25 de julio de 2019

VÉRTIGO

Vencejo común (Apus apus) 
Difícil ponerse en el pellejo de los pequeños vencejos que asoman la mirada al abismo desde su oscuro y austero nido, y que en breve se lanzarán al vacío para no volver a posarse en los siguientes 22 meses. ¡Sin ninguna experiencia previa! La verdad es que me da vértigo solo pensarlo. Pero claro, yo no soy un vencejo. 

Vencejo común (Apus apus) 
Estas fotografías me las ha pasado mi amigo Gabirel, que ve como sus vecinos alados están a punto de echar a volar. Y en sólo una semana habrán iniciado su fascinante viaje hacia el sur, hacia sus cuarteles de invernada. Gabirel seguro que también alucina con la biología de esta sorprendente especie, y es que no hay maravilla de nuestro entorno que pase desapercibida para su inquieta y curiosa cámara fotográfica.
¡Muchas gracias, Gabirel! 

Bisbita arbóreo (Anthus trivialis) 
Salimos del hábitat de los vencejos durante la temporada de cría, muy asociados a construcciones humanas que recuerdan vagamente a los farallones rocosos dónde evolucionaron originariamente, y nos vamos al campo para comprobar cómo les va a otras familias de emplumados.

Tarabilla común (Saxicola torquatus) 
Una de las especies más característica.

Jilguero (Carduelis carduelis) 
Y una de las más simpáticas y hermosas. Todos parece que han tenido éxito en la crianza aunque sin duda las bajas no habrán sido pocas.

Pito real (Picus viridis sharpei)
El pito real, que es muy educado, me saluda estrepitosamente cada vez que me ve.
¡Buenos días, señor Sharpei!

¡Buen pajareo para todos! 

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