HALCÓN PEREGRINO (Falco peregrinus brookei)

Halcón peregrino (Falco peregrinus brookei)

La población de peregrinos en Cantabria se puede considerar que goza de buena salud y esta pareja que os presento debe estar en plena incubación de sus huevos o con 3-4 pollos de pocos días.

La hembra en uno de sus habituales oteaderos desde donde muchas veces inicia el picado hacia una desprevenida presa. Aunque las aves componen la base de su dieta, el número de especies diferentes que capturan es de lo más variado: Palomas, Estorninos, Urracas, Archibebes, Correlimos... dependiendo de la época y de la abundancia de cada una de ellas.
Los meses en los que la hembra está más ocupada cuidando de su puesta y posteriormente de sus polluelos, es el macho el que se encarga en un altísimo porcentaje del suministro de presas al nido para alimentar a toda la familia. En este caso le entrega un pajarillo a la hembra que lo acepta encantada entre grititos estridentes para posteriormente posarse en una roca y dar buena cuenta del "regalo".
En esta imagen se puede apreciar la gran diferencia de tamaño entre la hembra, arriba a la izquierda, y el pequeño macho.

La subespecie mediterránea a la que pertenecen nuestros Halcones peregrinos, Falco peregrinus brookei, suelen presentar un barreado en la parte ventral sobre tonos ocres.

Aunque el macho es un fenómeno cazando y de su habilidad depende en gran medida el éxito reproductor de la pareja, la hembra de vez en cuando hace sus escarceos y demuestra que no desmerece para nada en sus lances a su brillante partenaire.

Halcón peregrino (Falco peregrinus brookei)

El pasado 1-5 mientras la hembra se encontraba apostada en su posadero preferido, yo seguía al macho que cicleaba tomando altura hasta hacerse un minúsculo puntito a través de los prismáticos. Entonces abandonó nuestra vertical y sin perder altura se fue alejando. Llegó el momento del picado y con los ojos humedecidos por el Sol que quería aparecer de entre las nubes, lo perdí detrás de una pequeña colina. Nos quedaba la esperanza de verlo llegar con la presa entre las garras, pero la hembra no tuvo demasiada paciencia y se lanzó con su vuelo directo que indica que tiene algo entre ceja y ceja, hacia la orilla opuesta del río. Con los prismáticos enfocando la secuencia y con la emoción del momento, añadí una nueva especie a las víctimas de este proyectil alado y que quizás el macho no habría osado atacar por su tamaño; un Zarapito trinador que apenas pudo desplegar las alas tratando de huir. Saludos