Halcón peregrino (Falco peregrinus)
El día 9 de Junio me acerqué a ver como les va a los pequeños halcones de la Marisma de Santoña que, desde el 26 de Mayo, evolucionan por los alrededores de su antiguo nido. Cuando llegué, los pequeños se encontraban desperdigados por la pared y me resultaba difícil localizarlos.
Alimoche común (Neophron percnopterus)
Un despistado Alimoche apareció en escena y pasó a poca distancia y baja altura, provocando el nerviosismo en la familia de halcones que dejaron sus posaderos y comenzaron a revolotear piando insistentemente.
En ese momento pude comprobar que la familia continúa unida y, en apariencia, se encuentra en perfecto estado.
Cuando el intruso -el Alimoche- hubo abandonado la zona, los jóvenes aprovecharon para ejercitarse y nada mejor para ello que jugar con sus hermanos.
Halcón peregrino (Falco peregrinus)
Piruetas, picados y quiebros, les vendrán muy bien cuando se independicen y tengan que conseguir el sustento por sus propios medios.
Es conocida la importancia del juego entre los animales -sobre todo mamíferos- en el desarrollo de las capacidades físicas y mentales de los jóvenes para enfrentarse a su medio y sus particulares dificultades. Sin embargo, con el paso del tiempo, el juego pasa a un segundo plano y pocas especies le dedican algo más que contados momentos a divertirse. Sólo especies de las denominadas "superiores" y en especial la nuestra, dedican un tiempo destacado a jugar en la etapa de adultos, "Homo ludens (Hombre que juega)".
Halcón peregrino (Falco peregrinus)
Uno de los adultos, con aspecto bastante serio, juega más por obligación que por devoción, haciendo de liebre a sus pequeños que le persiguen en cuanto aparece por las inmediaciones.
Halcón peregrino (Falco peregrinus)
En el pólder de Escalante descansaba una solitaria Espátula y a su derecha, en la canal, una pareja de Tarros blancos se escondía entre los meandros. Según me comentó Juanjo Aja, con el que he coincidido en un curso "El uso de la fotografía como herramienta educativa" organizado por el CIMA en el CEDREAC y cuyo ponente era el gran fotógrafo Gustavo Gutiérrez, los Tarros han debido criar de nuevo en la marisma aunque, por desgracia, no pude darle buenas noticias a Juanjo, ya que no los vi acompañados de ningún pollo.
Por cierto, saludo a los compañeros/as que puedan asomarse al blog y con los que dio gusto darle a la cámara y a la "húmeda". Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario