Suele suceder que cuando sales a buscar un ave en concreto, no la encuentres, pero a cambio aparezca alguna otra que te resulte tanto o más interesante que la deseada en principio.
Le ha gustado a nuestro elanio este paisaje vasto y abierto de Carasa que, de algún modo, le recordará al típico hábitat africano del que provienen sus ancestros aunque quizás ligeramente más húmedo (para nuestra desgracia sólo muy ligeramente más húmedo).
Se están viendo estos días varios elanios comunes en Cantabria; 2 en la Marisma del Conde y otro en Carasa. Ante una oportunidad como esta para disfrutar de un ave tan bella y rara muy cerca de mi casa hice un intento el pasado sábado junto a César Palacio que también le tenía ganas al bicho.
Tenía que ir a Santander para hacer unas compras con mi hijo Daniel (que ayer cumplió 11 añazos) y tuve la obligación moral de pasarme por las últimamente hiperactivas Marismas del Conde.
Esta sofocante mañana de agosto me he dado un paseo por el puerto de Laredo... y se veía una gran caída de collalba gris en plena migración postnupcial.
El pasado viernes me apunté con mis hijos, Daniel y Silvia, a una actividad diferente pero muy relacionada con la naturaleza voladora. Nos citaron a 30 curiosos en el arboreto de Liendo, cuando la tarde languidecía... y para comenzar la jornada pudimos observar allí mismo a un confiado camachuelo común.