La hembra de nuestra pareja de peregrinos -aquí podéis recordar algo de ellos- estaba esta mañana especialmente "tontorrona" reclamando desde su posadero las atenciones de su solícito macho.
El pequeño macho no tardó demasiado en acudir a la llamada de su amor...
Delicado aterrizaje sobre la espalda de su pareja para dar rienda suelta a sus instintos reproductores...
El pequeño macho no tardó demasiado en acudir a la llamada de su amor...
Delicado aterrizaje sobre la espalda de su pareja para dar rienda suelta a sus instintos reproductores...
Unos pocos segundos son suficientes en el mundo de los halcones para una cópula como Dios manda, y la hembra se quedó tan a gusto.
Una buena forma de celebrar el día de San Valentín.
Esto sí es una entrada oportuna jeje, a seguir así. Salu2.
ResponderEliminarGracias Israel, seguiremos. Saludos
ResponderEliminarMuy cachonda esta entrada Ernesto, por lo oportuna y por la forma de contarla. Un saludete
ResponderEliminarGracias por tu buen gusto, Rafa.
ResponderEliminarSaludos