Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Una de nuestras más interesantes aves, el alcaudón dorsirrojo apenas mide 17 cm pero es un bravo cazador de insectos, pequeños reptiles y mamíferos, e incluso de algún pajarillo despistado.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Cría en terrenos abiertos y la campiña cántabra, con sus praderías, arbustos y matorrales, parece ideal para sus exigencias estivales.
Su ruta migratoria ha sido recientemente desmenuzada gracias a las modernas tecnologías que han conseguido que estas pequeñas aves portaran unas pequeñas "mochilas" que indicaban a los científicos la posición de las aves cada día.
Se trataba de unos alcaudones capturados en León y cuyo apasionante viaje a Mozambique se puede analizar en el mapa de arriba. En amarillo la ruta prenupcial que culmina en abril cuando los alcaudones llegan a la Península Iberica, y en rojo la postnupcial, que inician en septiembre y es bastante diferente a la primaveral pero coincide con aquella en que no atraviesa España de Norte a Sur como muchas otras rutas migratorias que conocemos.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Yo, que más humilde soy, me limitaré a comentar lo observado durante su estancia en las Marismas de Santoña y, nada más señalado a mi entender, que la salida del nido de una nueva generación de alcaudones, 5 ó 6 pollos por pareja.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Ambos miembros de la pareja se encargan de alimentar a los pequeños y, en este caso, el macho ha cazado un gran saltamontes o langosta que previamente ha rematado en las espinas del zarzal y posteriormente ha entregado delicadamente a uno de sus vástagos.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Debido al gran tamaño de la presa, el pequeño tuvo dificultades para engullirlo y me resultó llamativo observar como el macho se mantuvo vigilante durante el proceso, con una mirada entre tierna y preocupada, hasta que este finalizó sin mayores problemas.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Uno de los pollos espera tranquilamente el momento de la ceba.
Hasta que llega su madre con algo que comer.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Un bocado mucho más modesto... pero también mucho más sencillo de tragar.
La hembra entrega delicadamente la ceba a su pequeño.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Ahora toca esperar hasta el próximo tentempié.
Alguno de los hermanos, más osado, buscaba alimento por su cuenta... y lo encontró en la pista por la que yo circulaba.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
A este otro le entregó su padre un insecto himenóptero (tipo abeja) que le hizo sacar su carácter de alcaudón.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Y es que para su mejor manejo no se le ocurrió otra cosa que...
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Clavarlo en la alambrada, característica de estas aves que, cuando la caza es abundante, acumulan presas atravesadas en arbustos espinosos a modo de despensa.
¡¡Un precioso empalador!!
A los sureños que visitamos el norte siempre nos llaman la atención estos dorsirrojos, acostumbrados como estamos a su primo el alcaudón común.
ResponderEliminarHay que ver lo que aún nos queda por saber sobre las migraciones, cada vez nos enseñan más estos amiguetes con alas.
¡Saludos!
Lo mismo nos pasa a los del norte cuando visitamos el sur. Hay especies que me encantan como el calamón o los flamencos... y tantas otras.
EliminarSaludos
Buen episodio familiar el que nos relatas y muestras.
ResponderEliminarSeguro que con estos cuidados y aprendizaje se encontrarán lo suficientemente fuertes para encarar el gran viaje que les espera.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Saludos Ojolince y Sra.
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